16.2.11

AMERICAN GODS

El día de mi 31 cumnpleaños me regalaron este libro por partida doble. Ante tl coincidencia decidí que debía leerlo enseguida. Pero la pereza es una sucia ramera que me acecha constantemente y no comencé a leer la obra hasta unas semanas más tarde. Lo gracioso es que he tardado unos mesecillos en terminar la novela ya que mi asistencia a un curso en Móstoles me hacía más complicada la tarea de sacar tiempo para leer. Afortunadamente desde hace un mes disfruto de las delicias de viajar en transporte público y así pues, comienzo a leer con asiduidad.

No resumiré ni el argumento, ni la trama ni nada por el estilo. En éste y mis siguientes comentarios plasmaré las sensaciones y conclusiones oportunas de cada obra.

American Gods pone en un tablero de ficción la concepción antigua y tradicional de los dioses frente a la presencia de nuevas deidades que pueblan nuestra vida cotidiana. A lo largo de la novela vivimos las aventuras de Sombra, un Ser Humano destinado a mediar en la batalla que se aproxima inexoráblemente. Pero también nos familiarizamos con una idea que impregna Neil Gaiman durante la narración. Los dioses de los pueblos antiguos han llegado al Nuevo Mundo como lo hicieron sus creyentes, emigrando y atravesando el mar para languidecer en el ovido de una tierra que disipaba poco a poco las viejas creencias y una fe que se debilita con el transcursos de los siglos en América.

Neil Gaiman nos conduce por el terreno de una mitología desterrada y camuflada bajo personas corrientes, relegados a un anonimato al que los mortales nos hemos acostumbrado, dentro de un sistema en el que se ha perdido todo contacto con el pensamiento mágico y con los rituales que mantenían a flote la identidad de las cultura. Actualmente la identidad cultural está disipada en un fenómeno como el de la globalización. Dicha globalización ha atraido nuevas deidades y nuevos modos de veneración que aunque están basados en sistemas lógicos y tangibles desarrollan rituales específicos. Internet, la economía, los medios de comunicación... nos convertimos a religoines sin querer darnos cuenta y Neil Gaiman personifica a estas deidades nacidas de los nuevos tiempos.

La cuestión es ¿hay formas de equilibrio entre los dioses olvidados y las nacientes mitologías contemporaneas? curiosamente escribo esto y lo publicaré en un blog que compartiré en una red social en internet, y esa liturgia la repetiré desde este púlpito con cada libro y cada película o reseña musical que haga. Sin embargo no conozco las raices mitológicas de mi civilización, y si las conociera ¿Por qué habría de venerarlas?.

El mundo cambia y parece que nos precipitamos en una espiral de información que acabará saturando las formas de conocimiento, la cacofonía que produce tanto volumen de datos es inevitable. Sin embargo no es tarde para buscar un poco de sabiduría, antigua o moderna, siempre viene bien una reflexión sobre lo que nos pasa o símplemente sobre lo que ocurre.

Estaría bien que antes de disiparnos con un gran estruendo podamos reflexionar sobre lo que fuimos y sobre lo que somos, darnos cuenta que probablemente seamos uno de las más sorprendentes misterios del universo.

Bueno, me he desviado del libro, pero como dije, la obra es sólo un punto de partida hacia pensamientos que se obtienen de ella. Podría hacer más comentarios pero ya ha pasado un tiempecillo desde que leí American Gods.



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