21.8.09

Historias de Plinio. Diario de un vendedor de postales. El viaje de la hormiga.

Hola de nuevo.
Por fín se terminó el clasificar y empaquetar postales, ya echaba de menos a los curiosos de los clientes potenciales y empezaba a entumecerme en esa trastienda que olía a papel viejo. Lo que os traigo hoy roza la locura, se asoma a la genialidad y me parece un relato de superación, destino y amistad. Tened en cuenta que una postal es un soporte muy reducido y a veces todo lo que se quiere contar tiene que ser resumido. Imaginaos por un momento todo lo que nos podría contar mi amigo Eladio Simón.



"Querida Ursula


Hace tiempo que no te escribía ni tan siquierra
por e-mail, y ahora seguramente estarás
sorprendida de ver una postal con mi nombre.
Desde luego lo sorprendente es que te escriba
desde Siberia, sin embargo mi historia es mucho
más increíble. Hace unos tres meses empecé a
seguir a una pequeña hormiga. Fue en uno de mis
paseos por la parcelita que tengo en Morata de
Tajuña. Al principio me pareció curioso que
aquel pequeño artrópodo fuese en solitario y quise
investigar hacia donde llevaba su pequeña carga
(una cáscara de pipa). El viaje comenzó en Morata
pero la hormiga seguía y seguía; sus pasos me llevaron
a Alcalá de Henares, Zaragoza, Tolousse, Lyon, Zurich,
Ostrava... Hasta llegar a la mismísima Siberia.
Durante el camino me dedicaba a seguirla y cuando
tenía ganas de parar la depositaba en una cajita y
descansaba. Supe que había llegado el final del camino
cuando ella llegó a un pequeño hormiguero, descargó
la cáscara se giró hacia mí y movio una de sus patitas en
señal de despedida. Ahora estoy en Novgorod, cerca de
Moscú. Pronto volveré a casa. Eladio Simón"

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