El género de western siempre ha sido un caldo de cultivo para la experimentación y la creatividad. No sólo se pueden encontrar títulos que se desvíen de la época en la que se sitúa sino que a veces hay películas que partiendo de la época y el lugar nos ofrecen una variación sobre el clasicismo que resulta cuando menos curiosa. Me viene a la mente la película, irregular y un poco naif Cowboys contra Aliens (John Favreau - 2011). Peroen este caso el elemento ajeno al western que invade el film es la introducción de una tribu caníbal en el menú (y nunca mejor dicho). La receta funciona hasta cierto punto, la iconografía siniestra de los "trogloditas", que parece sacada de Juego de Tronos y la promesa de ver ataques y enfrentamientos por doquier hacer apetecible la cinta como entretenimiento de acción. Durante casi la mayoría de la película lo que vemos es una especie de rastreo y persecución de la tribu en si donde se pone al límite las fuerzas de uno de sus protagonistas y profundizamos en el carácter de los personajes que se adentran en la aventura. La conclusión del film se salda con masacre y con la revelación de la naturaleza sórdida y macabra de los caníbales, dejando un desenlace tibio en el que el bueno se queda con la chica (oh, mierda, spoiler).
En definitiva no es una película desdeñable para pasar un rato viendo las penurias de otros tiempos y para disfrutar de un par de cabalgadas épicas. El sonido es algo que particularmente está presente, resulta divertido como hasta el suelo firme suena como un tablao flamenco. Sin ser mala, no es buena y no siendo buena, tampoco es demasiado aburrida. Ambigüedades a parte, un entretenimiento de media tarde para ver westerns de forma diferente, que ya no se hacen tantos.
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