30.9.09

Historias de Plinio. Diario de un vendedor de postales. Desenlace

Se que he estado mucho tiempo sin contaros nada, pero no han sido días fáciles para el que suscribe y los acontecimientos que últimamente he protagonizado a un nivel secundario han hecho pensarme mucho el futuro que tiene este trabajo para mí. Empezaré por escribir el mensaje desencadenante de esta primera reflexión.

Querido León

Se que solicitas continuamente mis servicios y hasta ahora te he sido fiel. Lamentablemente no hay manera de dormir tranquilo después de hacer lo que hago para tí. sí pues mi forma de comunicarte el cese de nuestro acuerdo se presenta así, con una de esas postales que tanto te gustan, extrañas, historias raras, como las llamo yo. Mi historia es la siguiente: Todas las noche recorro la ciudad buscando tus historias, aprovechando ese don que tengo y del que tu te aprovechas no se muy bien para que. Y el caso es que mientras recorro la ciudad escucho los mensajes. Todos ellos, no se porqué pero tengo la capacidad de percibir lo extraño y lo sobrecogedor. Hay veces que simplemente escucho y me llama la atención algún detalle o alguna anécdota. En definitiva, eso se acabó, acallaré esas voces de una vez por todas y es mejor que busques a otro socio o te dediques a algo más constructivo. No sirve cambiar de ciudad. Mi tormento es perenne. Acuérdate de mi familia, trata de ser sensible y por favor, no les digas que me he suicidado. Así es viejo amigo, me marcho a la tierra de los condenados, no me preocupa ir al infierno puesto que cada noche me toca echar un vistazo dentro de él.

Atentamente
H. H.

Así es... al fin he descubierto la verdad de este lugar, ¿cómo llegó esta nota a mis manos?, el mismo personaje que ha contado esta historia es el que la trajo y me pidió no solo que la leyera sino que la publicara antes de hacérsela llegar a mi jefe. Así pues, me toca renunciar y creo que no voy a tentar a la suerte de entregar en mano esta postal, la dejaré esta tarde en la tienda y me iré con viento fresco a otro lugar, prefiero no pensar que clase de tipo es León, me basta con saber que empleaba a una persona y se aprovechaba de sus terroríficas cualidades. No me interesa saber más

Plinio se despide habiendo comprendido que estas historias acaban con una bala en la cabeza.

Hasta nunca

1 comentario:

  1. Pobre Plinio!! Lástima que no volvamos a saber nada más de él!! Me gustaba mucho leer estas historias. Me hacían pensar en q al menos uno de los 2 seguía teniendo capacidad de escribir algo original.

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