18.8.20

Años luz

Cuadrerno De Bitácora. 

Capitán Delta Z. Cuatrocientos Diez

6585 Años tras el éxodo

 Años luz nos separan del Planeta Tierra. Escapamos de un planeta condenado por nosotros mismos para no encontrar nada. El camino era arriesgado y así se demostró cuando perdimos la mitad de la flota, incluidos los cruceros de Terraformación, con lo cual la esperanza de colonizar el planeta que ahora observo se hace  muy complicado. Cuando un científico te dice desde la distancia inabarcable de seis mil años que el éxito de la misión está garantizado, no puedes hacer otra cosa que reirte durante un buen rato. Hemos recorrido distancias jamás vistas y alguien pensó que todo sería como cualquier otro viaje de exploración, como cuando nuestros antepasados viajaban y encontraban tierra al borde de la extenuación. Nosotros viajamos a la deriva, sin rumbo, sin esperanza, desposeídos de todo arraigo en un par de naves que no van a ninguna parte. Hemos aceptado el quedarnos aquí, en este sistema yermo, esperando que este sol se apague y emprendamos el siguiente viaje. Pero no estamos exentos de riesgos, no estamos libres de que un error, un accidente o una pequeña llama acabe con lo que queda de Humanidad. Me gustaría decir que con nuestra partida otros seres vendrán y descubrirán la Tierra y sus restos o que más allá de estos confines vendrán otros que no cometan nuestros errores o que tengan éxito en su evolución inteligente. Pero seis mil años de búsqueda, de balizas perdidas, sondas enviadas y confianza desperdiciada en creer, a la desesperada, que alguien, hostil o amistoso, viniese a nuestro encuentro, han dado al traste con cualquier tipo de esperanza. Al final esa pregunta tan sencilla y tan inocente se ve contestada con el peso de milenios de experiencia. No hay nadie más ahí fuera. Puede que en remotas galaxias exista algún ser incipiente, dispuesto a avanzar en la evolución... pero está tan lejos que ni lo vislumbramos, es lo mismo que decir que estamos completamente solos. A veces creo que es esta situación, cuando el Ser Humano ha fracasado en todas sus intenciones de exploración, de ciencia, de sociedad, lo mejor es dejar de lado toda pretensión y acabar con todo. Dar un último salto hacia este sol y consumir el último aliento que queda de nuestra supervivencia. Tengo en mis manos la ocasión de hacerlo, pero aún hoy, perdida toda esperanza, mantengo esta posición, engañando a todos aquellos que creen que todo será mejor en una próxima generación. Les miento y mientras aguanto esa mentira, se apaga toda esperanza.

Sistema: Helios Blue Star 658


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